
La situación en la empresa agroindustrial cada vez se torna más hostil. Las lesiones, amenazas y daños contra la propiedad son hechos que mantienen en zozobra a la población del distrito azucarero, situación que ha acentuado la inseguridad entre los trabajadores de la agroindustrial que pretenden acudir a laborar.
Esto es consecuencia de los desmanes ocasionados por los piquetes de huelga organizados por el Sindicato Único de trabajadores de Casa Grande y Anexos, que acata una huelga por demandas de derechos laborales, el mismo que hasta el momento no ha logrado ponerse de acuerdo con la azucarera. Los más afectados por la medida de fuerza son los trabajadores
que laboran en campo, quienes constantemente son víctimas de amenazas.
El hecho más grave se registró cuando las palabras se convirtieron en acciones y se arrojó una botella con combustible contra la moto lineal propiedad de un trabajador del anexo Santa Clara, quien pi dió no revelar su nombre por temor a represalias. El obrero fue atacado cuando desarrollaba su faena diaria. De inmediato, la moto ardió en llamas quedando reducida a fierros retorcidos. Sin embargo, por temor a nuevas represalias el afectado optó por retirar la denuncia que planteó inicialmente en la comisaría.
De igual modo, otro trabajador que se dirigía a laborar a bordo de su mototaxi, sufrió la fractura de uno de sus miembros superiores producto de la caída ocasionada por las piedras colocadas en el camino por los manifestantes. Los actos de intimidación no quedan ahí, ya que en el frontis del local sindical se han colocado papelotes con los nombres de los trabajadores llamados “amarillos”, incitando a la violencia contra sus familias.
“Tenemos temor, decidimos ir a trabajar porque no estamos de acuerdo con las formas que usa el sindicato, por lo que constantemente somos amenazados”, dijo un trabajador.
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