La elección del republicano Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos sería peligrosa desde el punto de vista internacional, afirmó este miércoles el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein.
Zeid declaró que las posiciones de Trump sobre comunidades vulnerables, incluyendo minorías, y sus dichos acerca de usar la tortura, prohibida bajo la ley internacional, eran «profundamente inquietantes y perturbadoras».
«Si Donald Trump fuera elegido sobre la base de lo que ya ha dicho -y a menos que eso cambie-, pienso sin ninguna duda que él sería peligroso desde un punto de vista internacional», dijo Zeid a periodistas en Ginebra.
Trump descalificó el martes al presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, y a otros miembros de su partido como republicanos «desleales». El empresario prometió además hacer campaña en el estilo que más le guste, ahora que la mayor parte del «establishment» del partido lo ha abandonado.
La semana pasada salió a la luz un video de 2005 en el que aparecía alardeando crudamente frente a un reportero sobre manosear a mujeres y hacer avances sexuales no deseados.
Zeid aclaró que no acostumbra a interferir en las campañas políticas pero que en este caso, a raíz de las inquietudes generadas por las declaraciones de Trump, consideró que tenía que hablar.
En un discurso en La Haya el mes pasado, acusó a Trump de promover «prejuicios raciales y religiosos humillantes» y advirtió de un auge de la política populista que podría volverse violento.
«Siempre creo que les corresponde a los líderes liderar y liderar de una manera que sea ética y moral», dijo Zeid el miércoles cuando fue consultado sobre Trump.
«El uso de verdades a medias es un recurso político ingenioso. Porque como todo propagandista sabe, le permites al que escucha completar el resto», agregó el diplomático.
En setiembre pasado, el diplomático había criticado a los responsables políticos de extrema derecha, como el holandés Geert Wilders, a los que acusa de «demagogos».
Zeid había dicho que Wilder se parecía en muchas cosas a Trump, al primer ministro húngaro Victor Orban y a la líder de la extrema derecha francesa Marine Le Pen.
Esas declaraciones provocaron una reacción del embajador ruso ante las Naciones Unidas, que se quejó ante el secretario general de la ONU Ban Ki-moon.
Interrogado sobre la reacción del embajador ruso, el Alto Comisionado declaró que apoyaba la «libertad de expresión» y que no «veía ninguna razón para moderar sus palabras».

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