La ex presidenta brasileña Dilma Rousseff aseguró en Buenos Aires que es necesario que el actual presidente, Michel Temer, renuncie «antes de enero de 2017» para que haya elecciones presidenciales porque de no hacerlo se trataría de «un golpe dentro del golpe» que dijo sufrir al salir del poder.
Las declaraciones las realizó en una rueda de prensa en referencia a las últimas afirmaciones de Temer, en las que el mandatario aseguró que apelará si fuera obligado judicialmente a renunciar a su cargo por una investigación de irregularidades en su campaña electoral de 2014.
En esas fechas, Temer era compañero de fórmula de Dilma Rousseff, quien fue reelegida en esos comicios pero destituida en agosto pasado por unas irregularidades fiscales que dejaron en el poder a su entonces vicepresidente.
«La cuestión es que tenemos que tener elecciones directas para presidente», insistió Rousseff, tras lo que añadió que, si no fueran antes de 2017, Brasil se encontraría con «un sucesor escogido dentro del Congreso», el mismo cuerpo que votó para su destitución, y continuaría vigente el «golpe» del que ella considera que fue víctima.

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