
Los constantes deslizamientos de piedras, caída de huaicos y desbordes del río Rímac siguen interrumpiendo el tránsito en la Carretera Central. Debido a esta situación, cientos de vehículos deben esperar varados hasta 24 horas para continuar con su recorrido.
A los daños que ocasiona la naturaleza se suma el incumplimiento de las restricciones que estableció la Superintendencia de Transporte
Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutrán) durante el estado de emergencia de la Carretera Central. Según la disposición, solo se permite el pase de buses interprovinciales y vehículos que transportan ayuda humanitaria, alimentos, combustible y agua.
“Vengo con verduras desde Huancayo. En todo mi recorrido he visto varios camiones prohibidos que solo dificultan el tráfico. Los que llevamos personas y alimentos perecibles somos los más afectados”, comentó el conductor David Romero.
En un recorrido desde el kilómetro 38, donde se inicia la restricción, hasta el kilómetro 44, El Comercio constató la presencia de algunos vehículos cargados con maderas y materiales de construcción.
Al respecto, el jefe de Tránsito de la Policía Nacional, general PNP Jorge Lam, informó que diariamente el personal a su cargo y los inspectores de la Sutrán detectan unos 200 vehículos no permitidos que salen desde Lima hasta el centro del país. Todas esas unidades son obligadas a retornar.
“Estamos trabajando todos los días para hacer cumplir la normativa, pero muchos transportistas ocultan su carga o dicen que son moradores de las zonas afectadas para poder cruzar”, criticó.
Por ello, el general Lam invocó, una vez más, a respetar las restricciones y pidió a la población evitar viajar a través de la Carretera Central.
“Viajamos porque tenemos urgencia de volver a nuestras ciudades. Nadie nos ofrece otra solución”, precisó la pasajera Marlene Fretel.
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