Chapecó comulgó el sábado en la emoción para despedir a los futbolistas del equipo Chapecoense muertos en un accidente aéreo en Medellín, en el mismo estadio donde esta pequeña ciudad del sur de Brasil aprendió a soñar en grande.
En el estadio, el sobrecogedor silencio acompañado por un hilo musical con temas emotivos solo se rompía al grito de «Campeones, campeones», cuando las pantallas mostraban imágenes del cortejo.
La tragedia sacudió al mundo del deporte, que multiplicaba los homenajes. En España, el astro brasileño Neymar llegó al estadio del Barcelona, antes del clásico con el Real Madrid, llevando sobre su hombro izquierdo la camiseta verde del Chapecoense.

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