Después de 75 días de protestas, los dirigentes de las comunidades de Saramurillo (Loreto) anunciaron una tregua de cinco días para iniciar un diálogo con la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) en la búsqueda de soluciones para sus reclamos.
Unos 120 apus arribaron ayer a Lima para entrevistarse con el primer ministro Fernando Zavala, a quien le anunciaron que desbloquearían temporalmente el río Marañón mientras duren las reuniones.
El traslado se realizó en dos aviones Boeing que partieron desde Iquitos y contó con el acompañamiento del titular del Ministerio de Defensa, Mariano González. “Encontraremos las diferencias a subsanar. Quiero resaltar la disposición de los apus, a quienes estamos gustosos de recibir en Lima. El compromiso es solucionar el conflicto”, dijo.
Anoche, al cierre de esta edición, el Ministerio de Defensa informó que los apus ya se habían reunido con Fernando Zavala y con la ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello. No obstante, no se conoció sobre lo discutido en ese encuentro.
El jueves pasado, una comisión del Ejecutivo –conformada por tres ministros y por la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad (ONDS) de la PCM– debía llegar a Saramurillo, a fin de terminar con la protesta indígena que mantenía bloqueado el río Marañón, eje comercial entre Iquitos y Yurimaguas.
Sin embargo, el diálogo se frustró luego de que el apu James Rodríguez anunciara que su comunidad había atrapado a cuatro miembros de la Marina de Guerra quienes se encontraban tomando fotografías. Los agentes fueron liberados al día siguiente.
El 25 de octubre, las comunidades retuvieron a tres tripulantes de un navío que recorría el río Marañón, quienes dispararon contra los nativos cuando estos les solicitaron que se detuvieran. Tras ello, los apus descartaron cualquier diálogo con el Ejecutivo.
Para el analista José Carlos Requena, la fórmula del diálogo debe ser revisada y se tiene que iniciar un trabajo preventivo para solucionar conflictos. “En Urarinas, solo el 30% de la población votó en las elecciones pasadas. Hoy, ellos tienen al frente a un interlocutor no legitimado. Ese es un gran obstáculo para el gobierno”, dijo.

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