El próximo jueves 4 de octubre, es una fecha que podría ser determinante para el desarrollo de la región La Libertad. Ese día, se decidirá con qué alternativa se destraban las obras de la III Etapa del Proyecto Especial Chavimochic (Pech). La que parece ser la más recomendable, pues mitiga riesgos existentes, es la reanudación de la obra hasta terminar la presa Palo Redondo y, luego, dar por caducado el contrato con la concesionaria Odebrecht- Graña & Montero.
Por ahora, otras dos alternativas de solución se analizan en las reuniones que a convocatoria del gobernador regional de La Libertad, Luis Valdez Farías, se realizan en Lima y en las que participan representes del Gobierno Regional, Chavimochic, Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y la Contraloría General de la República. En el cónclave celebrado en la sala de reuniones de Inversión Privada del MEF, se indicó que ir al arbitraje demandaría dilatar un proceso de de 2 a 8 años, lo que maximiza los riesgos para lo avanzado en la presa, como el factor climatológico, que podría afectar seriamente la obra. La segunda alternativa es la caducidad del contrato de la obra por mutuo acuerdo de las partes y reinicar los trabajos como obra pública.
Los representantes de la Contraloría han pedido mayor información con relación a las tres alternativas y sobre todo, solicitó un estimado de cuánto perjuicio económico significaría que la presa Palo Redondo se afecte por alguna ocurrencia climatológica, a lo que un representante de Chavimochic indicó que ante esa probabilidad, se estima que las pérdidas serían del orden de 105 millones de soles.
El director de Promoción de la Inversión Privada pidió a la Contraloría alertar la existencia de algún riesgo si la culminación de la presa se hace con Odebretch. Los representantes del órgano de control pidieron que les alcancen más información para el análisis legal, adelantando que eso generará un costo político que tendrá que asumir el gobernador.
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